viernes, noviembre 10, 2006

La puerta de fantasía

No son pocas las historias ocultas y cuasi-paranormales que se suceden en los ámbitos urbanos. Los secretos que tras las puertas permanecen ocultos, incluso cuando dichas puertas se abren para dejar pasar algo de luz y aire que permita la subsistecia. Un edificio cuya fachada es una gran pizarra, todos se acercan allí para escribir su historia, siempre una triste historia, también unos pocos se acercan con un borrador y, de este modo, eliminan de la pared y del ámbito urbano las penurias de algún afortunado desconocido. Esa fachada es mágica y, aunque en su superficie crece un andamio con forma de enredadera, los viejos obreros que allí trabajan no pueden disimular su constante levitar.

Yo siempre me he preguntado sin comentárselo a nadie cual será el origen de tan inusual estructura, me trasladé al Colegio de Arquitectos y consulté quien era el creador de la extraña fachada. El Arquitecto se llamaba Agustín Yebenes Monterrubio y la obra data de 1967. Lo extraño es que el señor Yebenes falleció diez años antes de la construcción, en la famosa riada que azotó la ciudad de Valencia el 14 de Octubre de 1957. Hasta aquí llegaba mi investigación hasta hace pocos días.

En uno de los locales comerciales que se ubican en la alineación Este del Edificio se situa un lugar llamado Fantasía. Con la puerta siempre entreabierta, día y noche, la policía no quiere saber nada. Tras el sucio cristal se adivinan dos perros que miran ansiosos, a través del mismo, con ojos que no se esfuerzan en esconder el delito. Estaba pasando algo y tenía que saberlo, me acerqué a la parroquia más cercana y le pregunté al Hermano Calixto si conocía lo que se encuentra tras el cristal y los eternos perros. El Hermano Calixto asintió y me hizo pasar a una sala posterior de la parroquia, le seguí haciendo un esfuerzo por caminar al paso de sus cortas piernas, entramos en la sala y abrió otra puerta más pequeña. Me agaché y entré, como acto reflejo encendí un mechero para poder ver algo... no había nada más que recortes de periódicos, algún papel escrito a mano, un par de velas casi gastadas y las letras "YEBENES" escritas en la pared con lo que parecía ser barro. Vaya!, El Arquitecto!, le dije al Hermano; Más que eso! No lo nombres, ni lo busques o acabarás siendo él, respondió con voz temblorosa. Pasé largas horas hablando con el Hermano y me contó cosas que nadie sospecha en los dos mundos que a duras penas conviven en la ciudad... existe una tercera realidad en discordia.

Tras la puerta entreabierta de Fantasía, durante la inundación, se escondió Agustín Yebenes con sus dos perros para salvarse de aguas y acreedores. Salvó su vida y la de sus perros escondido con abundante comida y un fusil Mauser español, modelo 1893, calibre 7x57 mm. Pero esta vez el mejor amigo del hombre le traicionó. Una vez se acabó la comida los perros acabaron con un Agustín que se encontraba dormitando con la puerta de fantasía entreabierta. Con la aparición de un ultramarinos y luego supermercado en el local contiguo los perros aseguraron su subsistencia. Pero perros que viven desde 1957 tienen que ser necesariamente inmortales, y junto al viejo fusil guardan el secreto de su eterna existencia pagando el precio de mantener la magia en una gran fachada creada tan sólo para borrar las penas. Agustín no falleció el 14 de Octubre de 1957 como se extrae de la historia, murió años más tarde ahogado en una infinita tristeza que ahora quiere extirpar del resto de habitantes del barrio. Pero y los perros? Y la pizarra donde escribir las penas... eso es otra historia.

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4 Comments:

Blogger El chicharrero terrible said...

Me alegra que por fin inicies la andadura de este blog.

11:15 p. m.  
Blogger El chicharrero terrible said...

Me ha gustado el relato. Te pondré un enlace en mi blog, y lo presentaré en el como es debido.

11:16 p. m.  
Blogger P Vélez said...

Y a mi tambien. Es interesante poder leer estas reflexiones, hechas en el anonimato electronico. No escribo, pero si leo, y como,... aunque lo haré.

12:25 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿De dónde sacas estas historias?
¿esta puerta existe?
Me gustan las historias de misterio como éstas, pero no prometo nada, jeje. Un saludo, chiquitín.

1:23 a. m.  

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